Por
Risa
Petroglifos
en las Piedras Pintas de Comoa
Ser tepetlacuilo en
la prehispania debió haber sido todo un honor y un privilegio. Muy pocos
debieron haber sido los elegidos. Imagínese estar facultado para perpetuar en
las rocas los mensajes que los antiguos pobladores dirigían a sus dioses a
través de los símbolos y signos sagrados como el Tlachialoni, mediante el cual,
según la creencia, los dioses podían observar y proteger a su gente. Eran como
una especie de escribanos por llamarlos de algún modo.
Los tepetlacuilos
con sus temolotes, dejaron grabados en las cúspides, llanuras, riscos y cuevas
del territorio cosalteco toda una explicación de su mágico mundo, así como el
peregrinar de sus grupos en busca de nuevos horizontes.
Con el transcurso
del tiempo se han hecho estudios con el ánimo de conocer verdaderamente sus
significados; hasta Cosalá han llegado investigadores de otras partes del país
realizando acuciosos trabajos que seguramente algún día conoceremos más de
cerca. La región de Cosalá posee una gran cantidad de estos vestigios en
parajes tan atractivos como El Cañón de Nuestra Señora, El Cajón del arroyo de
Tapacoya, La Cueva de los Lobos, La Cofradía de San Juan Bautista, Las Piedras
Pintas de Comoa entre otros muchos que sería casi imposible enumerar. Cabe
aclarar que El Cañón de Nuestra Señora también llamado Piedra del Rayo, ofrece
una de las más extensas y completas figuras, bellamente trazadas y según los
expertos, pertenecen a las culturas nahoa y tolteca. Todos estos vestigios han
sobrevivido al paso del tiempo, y ahí están, ofreciendo su enigmático mensaje a
quien desee visitarlos.
En los trazos se
pueden observar danzantes, objetos celestes, entre ellos el sol, luna y
estrellas. Muy cerca del Cajón de Tapacoya se puede admirar grabado un juego de
pelota, una perfecta figura cruciforme y una danza ritual además de otros
signos. Por otra parte, en Piedras Pintadas de Comoa, en la cúspide del cerro
se localizan unos cuadrángulos de casi un metro de lado con círculos en los
ángulos internos, esto deja la idea de que se trató del tránsito o asentamiento
pasajero de cuatro grupos.
La Cofradía de San
Juan Bautista de Alayá, al oriente del pueblo del mismo nombre, en un recodo
del río San Lorenzo donde también se pueden observar las ruinas de un templo de
la misión Jesuita de Alayá, se encuentran trazos de símbolos del agua, viento y
figuras celestes. En el Cajón de Cachahua sobre el margen derecho existen
sólidas rocas impresas con símbolos del sol, agua, viento y otras figuras. En
Vado Hondo los visitantes pueden admirar un maravilloso Sol Azteca; mientras
que, por el arroyo de Las Mesas en el margen derecho sobre una ladera plana de
cantera, está plasmado el testimonio de los indígenas con figuras de venados,
otros animales y danzas; en La Cueva de los Lobos que se localizan al sur del
Camichín de los Luna los paseantes podrán admirar hermosas pinturas rupestres
en tonos rojizos y negros de animales y personas.
Obtenido de:
Revista Cultural Presagio. (2002). 18 Encuentros con la Historia; Cosalá. Gobierno del Estado de Sinaloa. https://wikisinaloa.org/18-encuentros-con-la-historia-cosala/